07 abril 2017

amiga vecina/amigacina

Mientras más íntimo es el tema sobre el que tengo que escribir más me cuesta.

Mientras más cercano a mí, más rato paso viendo la página en blanco, el cursor titilando, y todo aglutinado en algún lugar entre mi cerebro, y mi garganta. Es como que ni ojos, ni manos se ponen de acuerdo, nada fluye, quiero decir tanto que no sé qué decir.



En días  se muda de mi cuadra  mi  amiga. No es que nos conocemos de toda la vida. Yo hace 5 años que vivo en esta casa. Cuando vi que en la casa que topaba, se iban unos vecinos, pensé que regresaba su antigua dueña. Pero no fue así, eran nuevos vecinos, que en su momento no los había ni visto ni saludado.

Pero fue el terremoto de Chile del 2015, se sintió fuertísimo en San Juan, quien entre movimiento y movimiento, nos hizo conocernos y así empezó nuestra relación.
Admito que  tenía miedo de que pensara que iba a ser una vecina de esas que están encima todo el día o peor, que iba a ser de las vecinas perfectas, que hacen galletas, y llevan galletas y tortas, y siempre tienen la casa espectacular, todas tan lindas jejeje. . Yo no tengo esas dotes, ni tengo el tiempo, porque a veces me pasa que digo voy a hacer una torta, y después me pregunto, ¿no será mejor invertir el tiempo en escribir? Y termino haciendo lo segundo, no me peino, no soy prolija, pero si se cocinar jajajajaj.



La verdad ser vecinas era perfecto, nunca entable tal relación “vecinal”, desde que me mudé a esta provincia. Nuestros hijos jugaban mucho, e hicieron una linda amistad. Sin invadirse. Jugaban cuando querían, cuando no querían, pues no jugaban. Pasó el tiempo, y esa relación de vecinas se transformó en amistad, que para saber que no todos los días uno quiere saludar, que hay días que uno está en su mundo, en su rollo, en su constelación. Otros, uno no sólo lo quiere, lo necesita. Creo que tener amigos es saber ser compañía, y ser compañía significa saber cuándo dar espacio, cuándo está de más. Cosa que no siempre es fácil. Lo mejor del mundo era saber que ese apoyo existía aquí en el microcosmos de nuestra cuadra.

Tanta confianza tengo, que por primera vez, con ella dejé ir a jugar a mi hijo a su casa, y hasta se quedaba tiempo, compartiendo con la hermosa de su hijita y su familia.

Conocí también a sus padres  y hermana, son una grandes personas que estimo mucho. Y compartí momentos agradables con ellos.



Y así es en la vida.



Se muda. Y la verdad. Yo no lo he querido pensar mucho. Ni hablar mucho. Porque sé que en cierta forma es el fin de una época, en la que iba  a su casa a tomar vinito o cerveza, a resolver la vida en dos horas, la mía, la de todo el mundo, el país, las fantasías de emigrar, el miedo por el futuro, las teorías sociológicas, morales. Los hombres. Y sobre todo me aconseja y da tips para ayudarme con la crianza de mi peque.

Es una de mis mejores amigas. Esas personas que llamas cuando tienes una emergencia, esta presente. Es esa gente que está contigo, que conoce lo mejor y lo peor de ti, es de esa gente que incluso en la distancia sabes que todo sigue igual, es de esa gente con la que no hacen falta demasiadas palabras, y con la que tienes la libertad de ser quien eres y punto.  Y creo que no hay mayor testimonio a la amistad que ese. Que la gente que te recuerda que debes ser quien eres.

La voy a extrañar como si me mudara una parte de mí. Pero no se lo digan, porque entonces va a ser un festival de lágrimas, y yo soy una llorona.



Sólo díganle, si la ven, que es que me va hacer mucha falta. Y que espero que sus nuevos vecinos sepan lo que vale la vecina nueva.



Mi frase favorita de Sex and The City( por mas que odie ahora esa peli jajaj),  es esa que dice que uno en la vida tiene poca gente que te quiere, no matter what, es decir, a pesar de todo. Incondicionalmente. Yo tuve la suerte de ser vecina de una de las que están en mi vida. Cómo la voy a extrañar.

06 abril 2017

viejos tiempos


ANTES DE SER MAMÁ
Yo comía mi comida caliente.
Mi ropa estaba  planchada y limpia todo el día. (o casi jeje)

Podía tener largas y tranquilas conversaciones telefónicas.

ANTES DE SER MAMÁ...

Me dormía tarde, súper tarde. y jamás me preocupaba amanecerme.

No tenía que saltar  ni guardar juguetes olvidados por todos lados.

ANTES DE SER MAMÁ...

No me fijaba si algunos de mis cactus, podían hacer daño,  ni pensaba en lo

peligroso de las escaleras o las esquinas de mis muebles, los enchufes, las camas altas, etc.

No visitaba mensualmente a los médicos. (Pediatras)

ANTES DE SER MAMÁ...

No tenía que limpiar comida del piso, juguetes y  todo tipo de objeto “tocable” para un niño.

Tenía control absoluto de mi mente, mis pensamientos…

Dormía toda la noche y los fines de semana eran para salir, o ver tv hasta tarde, despejar….

ANTES DE SER MAMÁ...

No me entristecían los gritos de los niños, , no tuve jamás que detener, con lágrimas en mis ojos, la piernita de un bebé para su vacuna. (Diosss que doloroso)

ANTES DE SER MAMÁ...

Yo nunca sentí un nudo en la garganta al mirar através de unos ojos llorosos y una carita sucia.

No conocía la felicidad total con sólo recibir una mirada.

No pasaba horas mirando la inocencia dormir en una cuna.

Nunca sostuve a un bebé dormido SOLO porque no quería alejarlo de mí.

ANTES DE SER MAMÁ...

Nunca sentí que mi corazón se rompía en un millón de pedazos al no poder calmar el dolor de un niño.

Nunca supe que algo tan pequeño, podía afectar TANTO mi mundo.

Nunca supe que podía amar a alguien de esa manera

ANTES DE SER MAMÁ...

Yo no conocía el sentimiento que provoca tener mi corazón fuera de mi

cuerpo.

No sabía que tan especial me sentiría al alimentar a un bebé hambriento.

No sabía de esa cercanía inmensa entre una madre y su hijo.

No sabía que algo tan chico podría hacerme sentir tan importante.

ANTES DE SER MAMÁ...

No imaginaba tanta calidez, tanta dulzura, tanto amor.

No imaginaba lo grande y lo maravilloso que sería.

No imaginaba la satisfacción de ser madre, no sabía que yo era capaz de

sentir tanto...

Aprendemos a ser mamá





Ser mamá, es hacer GRANDES SACRIFICIOS

Crecemos, dejando de lado muchos prejuicios..

Sin dudar un instante, damos la vida por los pequeños, y ese impulso, jamás va a cambiar..

Tenemos una nueva visión en todo, tratamos de no encontrar obstáculos en nuestro camino. (Cuesta, pero lo logramos.)

Conocemos a la noche y al día de otra forma, más agotadora y largas, pero aun así nos levantamos rapidísimo, cuando oímos algún ruido en la cuna de nuestros pequeños, y los terminamos hacer dormir en nuestra cama. Es algo hermoso.

Comenzamos a valorar los momentos más simples, porque no sabemos cuándo será la última vez que lo hagan, porque los peques, crecen rapidísimos.

Hacemos oídos sordos a los “sabiondos”, “expertos en maternidad”, para poder aprender de nuestra experiencia con nuestros errores y virtudes.

Sentimos,  las culpas más grandes casi por cualquier cosa.

Nos convertimos en maestra de vida, nuestras acciones y pasos son seguidos y observados y valen más de lo que puedas decir; te lo comprueban cada día.

Ser madre es: asumir la responsabilidad de formar seres independientes, libres de pensamiento, sanos de cuerpo y alma, seres conscientes y muy amados

amiga vecina/amigacina

Mientras más íntimo es el tema sobre el que tengo que escribir más me cuesta. Mientras más cercano a mí, más rato paso viendo la págin...