“Che” Guevara sabía que no siempre es posible vencer, que hemos de soportar las derrotas y que, en ocasiones, hemos de pagar un precio muy alto por mantenernos fieles a nuestros ideales. Por ello, en efecto, lo importante es saber superar las adversidades, los contratiempos, las derrotas… Porque así puede que un día cambie el signo del fracaso y nos haga ver que los obstáculos están ahí para ser superados, y que los seres humanos más luminosos son aquellos que son capaces de levantarse de sus cenizas y emprender de nuevo el camino.
La victoria, más que un logro, es un horizonte hacia el que caminamos en compañía y al que nunca acabamos de llegar. Nada hay perfecto y acabado. Todo final es un nuevo comienzo.
Por cierto: sugiero que en este nuevo contexto altermundialista de orientación femenina se sustituya el lamentable “Patria o muerte” por “Matria y vida”. No es ya tiempo de patrias y de identidades asesinas, sino de la única madre tierra, la Matria Gaia. Y de sinergias, colaboración, impulso de la dignidad humana…
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