22 febrero 2009

Apatía!



Sensación tan honda de vacío intenso, susurros de un algo que ya no está, mis oídos no quieren escuchar, la gente me parece extraña, ausente, mi mundo y yo, yo y mi mundo, quiero encontrar estímulos para mi patética existencia, quiero pisar fuerte, por senderos nuevos
a donde ir, ¿dónde está el principio del fin?

El universo conspira, no estoy en sintonía con el en que punto me perdí, extiendo la mano y alcanzo el vacío, me acongoja la tristeza
ya nada exalta mis sentidos, a veces sin embargo me conecto con cosas tan simples, el trinar de un pájaro, el vuelo de una mariposa, la pared blanca, o el cielo en noches de estrellas, la luna inmensa…

El viento y su suave caricia, los pasos de alguien que sólo pasa por mi vereda, me diluyo en pensamientos raros, me aposento en la nada
pero nunca me encuentro, apática, perdida, ausente, hermética
la plasticidad de la vida, ya no la puedo moldear, he perdido formas y contornos, volúmenes y dimensiones, no hay excepción de la regla…

Ya no, sólo una línea recta sin principio ni fin, laberinto sin salida, o al menos no para mí, de pronto recuerdo que tengo alma, sueños, ilusiones que me asaltan, me asustan, ya no quiero volver a caer, en la ilusión etérea de creer que el tiempo corre por mí.

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