02 enero 2009

Nubes Negras


Abandonada en el desierto, perdida en la nada, ahogada en silencio, gritaba desesperada.
Gritaba y gritaba su voz era muda, la calma la acosaba, sus ojos lloraban lágrimas amargas, lágrimas de un pasado que no se aleja, que se clava, lágrimas de desaliento, lágrimas secas que se lleva el viento, reclamándole a la vida su cruel condena de pagar una deuda infinita con llanto, con calambres en el alma, con cuchillos en el corazón.
Feliz quería ser yo, pero algo siempre se interponía, una sonrisa era igual a mil llantos, una sonrisa me costaba caro.
Días de felicidad, momentos de alegría, cuanto tiempo tenía que pasar para que todo se convirtiera en agonía, no le deseaba el mal a nadie, lo único que quería era amar y ser correspondida, entregarme en cuerpo y alma al amor, pero la vida me lo impedía.
Mi camino era interrumpido por una nube negra que me dejaba helada, tan sola, con el agua de mi cuerpo suspendida en el vacío, nube negra que arrancaba mi esperanza de vivir, miraba hacia el cielo con una infinita ilusión de poder ser feliz, y lo era, pero era muy poco lo que duraba mi dicha, mis ilusiones se marchitaron, mis esperanzas murieron, siento que todo a acabado para mi.

Quizás nunca seré feliz, tal vez mi destino es ese y nada más, quedar suspendida en el espacio, como una estatua infinita, sin voz y sin vida.
Que me depará el destino, no lo sé, podre ser feliz algún día, no lo sé, quizás la vida la recompense, quizás la vida me tenga preparado algo especial, no lo sé, quizás si, quizás no... y mientras recoja cenizas de mi esperanza, trataré de sobrevivir a la vida que por ahora se me ha presentadocon el peor de los colores.

Trataré de sonreír, aunque por dentro una daga me esté matando.

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